Ricardo Valenzuela
Cierro los ojos y me invade aquel recuerdo
De cuando alegremente me decías eras mía
Cuando esta vida complaciente nos sonreía
Nada ni nadie perturbaba nuestro acuerdo
Yo era fiero volcán de fuerza incontrolable
Tú eras amor, pasión, dulzura y esperanza
Tres elementos que forjaban la templanza
De un gran amor que pareciera perdurable
Ricardo Valenzuela
Yo he transitado muchos caminos
He construido infinidad de veredas
Y he contemplado esas humaredas
De sueños malignos de los cretinos
Confesé mis pecados a los rabinos
Que me perdonaron sin penitencia
Para que así limpiara la conciencia
Y seguir a la caza de esos remolinos
Mis sueños fueron y serán genuinos
Aunque un poco salpicados de locura
A mí nunca me hizo falta esa cordura
Y sigo combatiendo a esos jacobinos
En el desierto conocí tantos beduinos
Hombres recios de una gran bravura
Con gran amor por el desierto y llanura
Asertivos pues ellos conocen los destinos
En la ciudad solo vi animales dañinos
Con su vocación siempre por el dinero
Al acumularlo luego dejan un basurero
En lugar de flores solo siembran espinas
Los vaqueros de los llanos son cristalinos
Sus palabras valen más que sus caballos
Y la cumplen aun sea frente esos vasallos
Odian con fuerza a los hombres leoninos
Conocí también a hombres muy endinos
Y en su cara dibujan su gran congestión
Sus conductas son siempre de la traición
A su paso dejan ruinas y tristes inquilinos
Ellos operan como bandidos clandestinos
Son traicioneros y atacan por la espalda
Su palabra y compromiso no los respalda
Porque son inmorales, cobardes y ladinos
Ellos son de la moral sus grandes asesinos
Ricardo Valenzuela
Mi vida ha sido de aventura y fortuna
A veces crucé esas arenas movedizas
Pero nunca con las actitudes postizas
Consciente a nadie le causé infortuna
Yo nunca acepté vivir en esa comuna
Ni parte de esos contingentes masivos
De esos que caminan siendo dirigidos
Ni de esos que gritan desde la tribuna
Fue muy cara y dolorosa aquella vacuna
Que me libraría de tantos falsos amigos
Me di cuenta eran pestilentes mendigos
También que su origen fue de mala cuna
Ricardo Valenzuela
Quisiera despertar en un mundo diferente
Quisiera ese mundo, aunque sea cuadrado
Quisiera volando recorrerlo de lado a lado
Porque descubrí volar no era inconvencible
Para demostrar que para todos será posible
Quiero que de nuevo avive seso y despierte
Para entonces reclamar aquella vieja gloria
Que siempre había sido su única trayectoria
Ya deje de estar culpando tanta mala suerte
Y no buscar futuro en los ejércitos y muerte
Quisiera que tengamos muy claro y presente
Ya hemos dejado a este mundo sin solvencia
Quisiera todos entendamos fue consecuencia
De nuestras malas conductas ahora evidente
Porque se ha hecho todo lo es inconveniente
Ricardo Valenzuela
El mundo sufre una peste que amarga la existencia
El pecado de los cobardes que los lleva a la traición
Así se describen canallas que aprovechan la ocasión
Para lograr lo que quieren sin honor y sin conciencia
Ellos no conocen otro oficio y tampoco la decencia
Son esos que nacen con una etiqueta de traidores
Van por la vida escondiendo complejos y rencores
Y solo existen destruyendo todo a su conveniencia
Ricardo Valenzuela
La mujer que es un ser de una celestial
belleza
Su cabello azabache tan negro como la noche
Ojos que nunca me miraron con algún reproche
Su limpia sonrisa delatando toda su gran pureza
Esas manos que de niño me tocaban la cabeza
Mujer que cuando nací dulcemente me arrullaba
Su voz que suavemente el camino recto señalaba
Palabras dulces y siempre llenas de gran certeza
Ricardo Valenzuela
Gran argumento el que presenta la moral
Cuando los sapos invocan sin entenderla
Porque está de moda quieren aprenderla
Falsa bandera de quienes solo hacen mal
Los confundidos afirman es ser espiritual
Y que la tendremos si rezamos el rosario
Acudiendo con chequera al confesionario
Otros esperan llegue del gobierno federal
Con peligro te asalte el sapo en el umbral
Ricardo Valenzuela
Grito no puedo dejar de hacer derroche
Porque al cuerpo ha regresado mi alma
Porque otra vez soy feliz y tengo calma
Y una bella luz arribó a esta larga noche
Nunca permitiré aquellos días llorando
Ahora en mis días solo reinará la ilusión
De nuevo palpita este ya sufrido corazón
Y sé al paraíso ya me estoy aproximando
Pasó aquel tiempo de sufrir y quejarse
Pues otra vez me ha invadido tu suerte
Se fueron aquellos días de estar inerte
Hoy solo felicidad deberá considerarse
Ricardo Valenzuela
Dios me ha dado el gran poder de la palabra
Razón para nunca aceptar los viejos engaños
Pensar y rechazar los ataques de tantos años
Con ellas trato qué esa mente oxidada se abra
Herramientas que uso y soy ahora el que labra
Tiro semillas en los campos secos y sedientos
Porque estoy seguro producirán rendimientos
De una cosecha plenaria, dulce y nunca amarga
Ricardo Valenzuela
Ante la opresión solo queda la victoria
De hombres que son libres y valientes
Que jamás aceptarán ser dependientes
Y combatirán siempre esa fatal escoria
Y solo con esa arma lograrán la gloria
Los que saben libertad es su vertiente
Y su lucha solo tendrá un expediente
Y siempre vivirá en nuestra memoria
Ricardo Valenzuela
Que tragedia tan grande es la desesperanza
Pero también es la gran tragedia el permitir
El no definir tu camino y tampoco el porvenir
Pues sumergido tú has perdido la esperanza
Esa fuerza letal que nos arrebata la confianza
Nos expropia la creatividad, las ganas de vivir
Para luego sumergirnos en el infierno y sufrir
Así nos invade, nos paraliza y siempre avanza
Es entonces cuando sentimos esa asechanza
De todos esos monstruos del primer infierno
De los grandes dolores en el menú del averno
Nuestra vida se convierte en cruel adivinanza
RICARDO VALENZUELA
Que bella fortaleza la de ese gran tornado
Que sin dudar enfrenta a tantos demonios
Aun en contra de apuestas y esos momios
El tornado se llama Maria Corina Machado
Todos esos tiranos nunca han encontrado
Algún arma que sea mortal y tan potente
Y combatir el fornido poder de esa gente
Que esta generala espiritual ha cultivado
Ricardo Valenzuela
Todos buscamos la elusiva felicidad
Sin realmente conocer su definición
Y nos sumergimos con esa obsesión
Y así perdemos valores y moralidad
La convertimos en la gran finalidad
Dominados por esa negra ambición
Para luego ocultar nuestra intención
Y poder actuar con gran naturalidad
Ricardo Valenzuela
La acción humana se debe calificar
Premiando o castigando a su actor
En libertad y un gobierno espectador
Y los utensilios que habrán de usar
La esperanza sola nunca constituye
Debe estar acompañada de la acción
No basta asesores, consejos, opinión
Desanimo es lo que siempre destituye
Ricardo Valenzuela
Espinoza irrumpió ante este gris ambiente
Y con toda su gran sabiduria me cuestionó
Mi confusa gran ruta que pronto me señaló
Iniciar la destrucción de tanto conveniente
Falsa ilusión de esta humanidad decadente
El camino nebuloso hacia la ansiada libertad
Señaló, debe ser esfuerzo de transformación
Y en ese largo camino nunca hacer concesión
Finalmente llegar a ese valle de la serenidad
Habiendo descubierto esa tan oculta verdad
Libertad no debe ser solo ese poder actuar
Debemos conocer la fuente de las acciones
Y así nos lleve a establecer las condiciones
Que sean los cimientos para luego edificar
Ese símbolo pro-libertad y nos deba liberar
Ricardo Valenzuela
Yo he transitado muchos caminos
He construido infinidad de veredas
Y he contemplado esas humaredas
De sueños malignos de los cretinos
Confesé mis pecados a los rabinos
Que me perdonaron sin penitencia
Para que así limpiara la conciencia
Y seguir a la caza de los remolinos
Ricardo Valenzuela
Mi vida ha sido de aventura y fortuna
A veces crucé esas arenas movedizas
Pero nunca con las actitudes postizas
Consciente a nadie le causé infortuna
Yo nunca acepté vivir en esa comuna
Ni parte de esos contingentes masivos
De esos que caminan siendo dirigidos
Ni de esos que gritan desde la tribuna
Ricardo Valenzuela
La decepción más grande de mi vida
Fue la traición del amigo no extraños
Que a pesar de la bruma y tantos años
Siempre emerge dolorosa y fortalecida
Dolor insoportable por quien fue tejida
Quien así establecía su paso y finalidad
Demostrando su ausencia de moralidad
Aquel que me ofreciera amistad fingida
Ricardo Valenzuela
Que bellas fueron nuestras historias
De aquel tiempo yo guardo la aroma
Que ahora se termina y se desploma
Y así han terminado nuestras glorias
Hoy quedan solo aquellas memorias
De nuestra vida tan especial elegida
Pero que terminara triste y derruida
En archivo donde guardo las escorias
Ricardo Valenzuela
La iglesia está enfrentada con fiereza
Son dos bandos con socios poderosos
Lucha supuestamente entre virtuosos
Una guerra ausente de toda grandeza
Los Iluminados predican esa pobreza
La fórmula para una segura salvación
Pues es gran pecado esa acumulación
De los activos que forman esa riqueza
Fuerzas que ya combaten con aspereza
Unos afirman luchar por los desvalidos
Otros gritan ser los más comprometidos
Para reforzar ese concepto de su realeza
Ricardo Valenzuela
Que gran pecado corromper pequeños
Inocentes que apenas asoman a la vida
Para cruelmente agredirlos sin medida
Por quienes del mundo son los dueños
Aquellos que Jesucristo tanto protegiera
Amenazando con una piedra en el cuello
Para malvados destruyendo lo más bello
Los niños del mundo y él nunca lo tolera
Ricardo Valenzuela
Finalmente llegué, ya no me atormenta
Lo que siempre me llegara a preocupar
El largo camino para finalmente arribar
Erguido y celebrar arribo a esta cuenta
Por fin he llegado a lo que representa
Ese gran inventario especial con pasaje
Donde todos quieren ir por su reciclaje
Pero a otros su gran temor incrementa
Dejo huella cruzando esta mar violenta
Una larga historia y tantos desempeños
Esa demente cacería de aquellos sueños
Y a veces ver mi ropa sucia y polvorienta
Ricardo Valenzuela (1998) La belleza de un buen día solo dura Lo que quiera ese sol tan arrogante Pues la luz de la luna no es bas...
