Ricardo Valenzuela
Dios me ha dado el gran poder de la palabra
Razón para nunca aceptar los viejos engaños
Pensar y rechazar los ataques de tantos años
Con ellas trato qué esa mente oxidada se abra
Herramientas que uso y soy ahora el que labra
Tiro semillas en los campos secos y sedientos
Porque estoy seguro producirán rendimientos
De una cosecha plenaria, dulce y nunca amarga
Y avanzo sin que el grito fariseo me distraiga
Veo tantas almas extraviadas sin justificación
Marchan hordas dejando sangre y destrucción
Para lograr nuestra vida sea triste y macabra
Ese es el enemigo que avanza y ya se consagra
Para destruir todo lo que dios nos ha heredado
Y nos dio esas armas para defender lo fraguado
Porque del demonio ellos son la llave y la bisagra
Ante la indigencia humana ofrecen lo que atraiga
Libertad para nuestros instintos bajos y animales
Para dar rienda suelta a esas conductas inmorales
Con ese menú que seduce y con fuerza los arraiga
Y hay que pelear hasta que el enemigo se retraiga
Y se requieren valientes que se sumen a esta lucha
No recularé, no me importa si dicen nadie escucha
Yo jamás me rendiré y me levantaré cuando caiga
No comments:
Post a Comment