Monday, May 5, 2025

GENERACIÓN DE LOS OCHENTA

 Ricardo Valenzuela


Finalmente llegué, ya no me atormenta

Lo que siempre me llegara a preocupar

El largo camino para finalmente arribar

Erguido y celebrar arribo a esta cuenta   

 

Por fin he llegado a lo que representa

Ese gran inventario especial con pasaje

Donde todos quieren ir por su reciclaje

Pero a otros su gran temor incrementa

 

Dejo huella cruzando esta mar violenta

Una larga historia y tantos desempeños

Esa demente cacería de aquellos sueños

Y a veces ver mi ropa sucia y polvorienta

 

Una vida manejando siempre sin licencia

Siempre ausente de orden y toda sanidad

Rebelde siempre ante esa tirana autoridad

Muy seguido sazonada con poca violencia

 

Y sin pasaporte cruzando tantas fronteras

Nadando o flotando sobre los chirahuales

Amogotado en palos verdes y mezquitales

Sombrero de palma y buenas chaparreras

 

Vida que solo especial locura implementa

Largos senderos y yo con mis viejas botas

Cosechando victorias otras veces derrotas

El publicarla requería de colosal imprenta

 

Una vida que nadie controla o reglamenta

Bitácora de nave perdida en la tempestad

Con osadía gozando de toda contrariedad

Adicta a los peligros nunca estaría exenta

 

 

Esa ruta que a veces se tornara sangrienta

Con sus pedregales y peligrosos recorridos

Por donde jamás transitaron esos aburridos

Y nunca me importó manchar mi vestimenta

 

Para saciar esta vida aventurera tan sedienta

Busqué por el mundo ese ansiado alojamiento

Seguro que yo haría ese gran descubrimiento

Encontré una celestial sabiduria que sustenta

 

Qué hay avenidas y quien busca las encuentra

Qué habrá respuestas si buscas y las inquieres

Qué todavía te esperan en tu casa tus deberes

Qué siempre habrá agua para el alma sedienta

 

Qué habrá siempre calma y pasará la tormenta

Qué toda vida es valiosa y merece la extensión

Qué solo querer es retornar al juicio y la razón

Que siempre habrá la oportunidad si se intenta

 

Qué todo no es como te dicen o lo que aparenta

Qué este mundo tiene un gran tesoro escondido

Qué hallarán quienes creyeron y se han atrevido

A luchar mientras que otros sorbieron la afrenta

 

Qué mi guerra es justa por tanto que representa

Qué confirma el evangelio del que fue crucificado

Qué ya en la cruz le metieran lanza en su costado

Qué por los tibios este mal crece y se incrementa

 

Qué la edad se debe medir revisando la osamenta

Qué muestra los huesos rotos de batallas perdidas

Qué también muestra rutas que fueron corregidas

De un hombre que ni frente a la muerte se lamenta

 

Mi vida hora bebe de ese aguaje y se alimenta

De lo que me da esa tranquilidad de conciencia  

Así camino y llevo por enfrente mi congruencia

Pues nunca caminé cubierto con otra ornamenta

Y no tengo nada que me duela o me arrepienta

 

Entonces, salud y que siga creciendo la cuenta

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