Ricardo Valenzuela
Creo puedo afirmar he vivido a mi manera
Porque nunca me inmovilizaron las anclas
Y no quise viajar solamente en las enancas
Ni que me forzaran a subir alguna escalera
Muy niño me dije no habrá quien me impida
El correr sin falsa rienda por esos pastizales
Del sol ardiente me cubrían esos chirahuales
Y así he caminado libre por toda esta avenida
Siempre he ofrecido una honesta bienvenida
A todo lo correcto y que expirara esa nobleza
Algo que nunca ha podido comprar la riqueza
Por eso decidí que mi vida nunca fuera fingida
Aunque la tuve, no me gustó la vida aplaudida
Ni esa pomposidad de las relaciones exteriores
Donde flotan esas mentiras y grandes rumores
Que siempre terminan con alguna vida vendida
Yo tampoco permití que mi vida fuera dirigida
Con mensajes subliminales que todo convierte
En un infierno de zombis para luego imponerte
Un sello que así garantiza la opresión admitida
El dinero para mí ha sido una raquítica medida
Nunca pensé era ideal para coronar al primero
Partenón donde habita tanta ave de malagüero
Es donde ellos acuerdan esa verdad sea abatida
Donde se fabrica la ganancia que así fue pedida
Vivo en espacio donde amistad no es requerida
De aquellos y aquello que solamente pervierte
Y allí con su nueva bandera quieren envolverte
Te sumes y vivir en su tecnología tan comedida
Porque toda la verdadera moralidad fue perdida
Nunca he permitido me controlen esos poderes
Aun cuando llegan blandiendo esa filosa espada
Porque es un arma que nunca llega acompañada
Con ese listado en la constitución y sus deberes
De proteger mis derechos no a los mercaderes
Y así yo siempre he vivido entre esto imposible
Una vida que jamás fuera fingida ni camuflada
Una vida diferente, libremente conceptualizada
Siempre creyendo que para mí todo era factible
Y sabiendo a veces la vida nos apaga un fusible
Pero un fusible no me detendría, soy invencible
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