Ricardo Valenzuela
El comandante me dio el mapa de sobrevivencia
Me dio inteligencia, voluntad, mi voz, el lenguaje
Y Analizar, decidir beber la sabiduría de su aguaje
Para alzar voz fuerte y protestar sin interferencia
Me dio tantas herramientas y poder así transitar
un cuerpo fuerte con el que pudiera defenderme
De los peligros del sendero sin estar solo inerme
Porque no encontraría el arco iris en mi caminar
Me dio ojos de lince para poder siempre captar
La información que luego clavaran en mi mente
Para iniciar el proceso de creerme y no la gente
Para ser yo mismo quien eso debería interpretar
Me dio la naturaleza con esos ocultos secretos
Me dio el alma como el gran monumento
Esa grandeza infinita del misterioso creador
Que siempre me inundara luego con su fervor
Beber en su fuente y ya nunca estar sediento
Me dio los oído con todo ese gran reglamento
El gran puente para formar oda mi estructura
Y estar siempre escuchando esa gran partitura
Asi poder llegar ya ocupar ese nuevo aposento
Me dio también todo este conocimiento
Y entender tantos misterios escondidos
Y encontrar tantos tesoros pretendidos
Para abandonar aquel vuelo turbulento
Me dio a mis hijas, el poderoso cemento
Que conjunta todas las piezas de mi vida
Me rescataron cuando lucia tan perdida
Me inspiraron y entender el sufrimiento
Me dio salud y me dio buen alojamiento
Dos manos con las que puedo construir
Dos piernas y caminar hacia el porvenir
Y un gran mapa como gran suplemento
Me dio la mente para mi comportamiento
Ojos para admirar del mundo tanta belleza
Un corazon que siempre late con entereza
Me dio alas para volar por el firmamento
Me han tratado como bendito ceniciento
Me ha dado el gran placer de la soledad
Laboratorio y la tierra de gran fertilidad
Cuna de locas ideas también su aposento
Y así canto a la vida con agradecimiento
Me han dado tanto me siento bendecido
Soy afortunado pues no lo habia pedido
Aun así, ha sido un gran acontecimiento
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