Ricardo Valenzuela
Dicen los poetas los suspiros son vientos
Lágrimas son las aguas que van a ese mar
A veces se convierten en ríos sin navegar
Y los suspiros se hacen crueles y violentos
Los vientos luego se convierten tormentas
Así el mar fabrica horrorosas tempestades
Con su potencia siempre ocultan verdades
Y las consecuencias serán lo que enfrentas
Pero los verdaderos amores en nuestra vida
Son las fortalezas que nadie podría destruir
Y ante tormentas siempre deberían persistir
Si son amores valientes, eternos sin medida
Solo las llamas enemigas en nuestras venas
Pueden calcinar los sentimientos invencibles
Así surgen esos poderosos males intangibles
Que siempre los condenan a dolorosas penas
Para grandes amores el mundo no es lozanía
Siempre los intervienen con dudas y temores
Aun cuando el bello amor luzca tantos colores
Sus enemigos provocarán su dolorosa agonía
Por eso es requerido que el amor sea valiente
Porque el amor cobarde no lucha ni no resiste
Las agresiones de un mundo loco que persiste
Tampoco los dolores del alma en ese ambiente
Por eso el amor es ese club selecto y exclusivo
Donde solo participan esos seres casi celestiales
Que lo defienden contra tantas fuerzas inmorales
Son seres gallardos y para ellos nada es optativo
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