Ricardo Valenzuela
La amé tanto y solo conocí un dolor soberano
En su momento me sentí tan cerca de la gloria
Ciego caminaba sobre las nubes de mi euforia
Pero llegaba el naufragio y todo sería en vano
Esa gloria sería siempre el punto más cercano
Al paraíso donde mora solo amor limpio y puro
Región mágica donde todo es posible y seguro
Pero a veces ese sol desaparece más temprano
Una pesada carga para un simple ser humano
Y en esas tinieblas surgiría la bella luz interior
La noche era día y me dirigía hacia un corredor
Y evaluar el pasado del ahora simple cortesano
Así aprendí que el amor muere si hay desgano
Y siempre requiere viento potente para zarpar
Y gran pasión de los enamorados para avanzar
Y nunca dejarlo herido en medio de un pantano
Yo la quise con ese amor de orate y pretoriano
La amé con ciega pasión y con una gran fiereza
La cuidé y la protegí pues siempre fue mi alteza
La amé con la demencia del debutante puritano
Le entregué mi vida, mi espacio lleno de ternura
De noche yo solo podía mirar su cara inmaculada
Mi espacio, mi luz, mi firmamento era su morada
Aquella noche de fiera tormenta fría y tan oscura
Pero no importa el mundo ahora yo seré el villano
De una historia tan triste que nunca fue finalizada
Ahora camino sin rumbo con esta vida destrozada
Yo trato, pero no puedo expulsar este amor insano
Así ella me condenó a este sufrimiento inhumano
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