Brilló ante mí y sentí una luz que me arropaba
Sentí elevarme a lo profundo del firmamento
Al mirarla sentí que me aliviaba el sufrimiento
Y tan lejana sentí que su luz ya me iluminaba
Fruta prohibida quise cortarla no la alcanzaba
Traté mil veces y sentí siempre había sido mía
Y llenar espacios del alma donde nadie residía
Aquellos solitarios mares donde nadie navegaba
El ritmo de su elegante caminar me confrontaba
El poderoso imán a donde sentí yo era arrastrado
Su cuerpo nuevo tan sediento invitaba al pecado
Sus bruscos besos mostraban fogata no apagada
El inocente inicio sería una pasión desenfrenada
Su cuerpo tembloroso pedía más de lo avanzado
Con dedicación lentamente aprendía lo ignorado
Lo limpio se convertía en una pasión desbordada
Confundimos amor con esa tormenta desatada
Comunicación con el silencio de los encuentros
Palabras huecas nunca construyen los cimientos
Y aquel compromiso se incumplió y fue olvidado
Y cuando el amor no se defiende ante un tornado
Dura hasta que la pasión mundana pierde fuerza
Si el amor es real no hay nadie que lo desvanezca
Pero si ese amor es tan cobarde fallece asesinado
Luego se siente como algo que no hubiere pasado
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