Ricardo Valenzuela
Triste ver hombres perdiendo la templanza
Semejando siempre los buque extraviados
A tantos caminos que fueran abandonados
En medio de tempestad y ya sin esperanza
Navegando sin rumbo hacia la vaga utopía
Habiendo ya perdido rumbo y la conciencia
Pero mostrando siempre la clara evidencia
Que siguieron la ruta falsa que no convenia
La nave flotando solamente porque el viento
Sin nadie al timón habria así elegido camino
Hacia el puerto sin ley, aduana y clandestino
Ante este violento huracán, mortal y violento
Al haber perdido su capitán toda su confianza
Navegando tan inseguro ya habría convocado
Todo el mal que su ruta había ya desgraciado
Para surcar mares sin mapa y sin gobernanza
Pero lentamente aparecía en su semblanza
Evidencias de un camino que habría fallado
Porque olvidó todo aquello que es sagrado
Y ahora navega mucho, pero nunca avanza
Y se refugia en ese puerto de la adivinanza
Pensando en ese lugar muy seguro hallaría
Almas perdidas de venta que luego culparía
Esas fuerzas oscuras sin patria o semejanza
Y así nunca podría entender fue su crianza
Que le infringiera la multitud de sus heridas
Y luego lo llevarían a esas zonas prohibidas
Donde brota su dolor con fuerza lo abalanza
Y es cuando así se pierde el sueño decretado
Un buque cargado de tanto odio y melancolía
Y al haber aceptado su fracaso ahora tornaría
A puerto con velas rotas y suño desplomado
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