Que pena amigo que llamas a la muerte
Porque has estado tan apegado a la vida
Aun cuando tanto has sufrido sin medida
Y piensas es el alivio para tu mala suerte
Es hora de abrir ya los ojos y despiertes
Darte cuenta de que has sido condenado
A vivir en este mundo tuyo y despiadado
Y ser de los quejosos escondidos, inertes
Y así los verdugos llegaron a corromperte
Te enviarían a esa región de tantas fieras
Que te provocaron las heridas tan arteras
Pero eres cobarde yo no puedo absolverte
Primero ellos quisieron llegar a conocerte
Después con ese cruel afán del pretoriano
Sin darte cuenta te hicieron vil cortesano
Y con sus armas así lograron mantenerte
Ellos aprendieron la forma de complacerte
Y a tu gusto y medida te fabricaron mieles
Te hicieron olvidar tus sueños de vergeles
Llegaron a herrarte y totalmente poseerte
Pasarían luego lentamente a convencerte
Ofreciéndote la vida segura a perpetuidad
Y de la mano te llevaron a fatal oscuridad
Taller de docilidad allí siempre mantenerte
Nunca quisiste luchar, tampoco defenderte
Diste mil escusas para no salir y enfrentar
Y ante tal cobardía te llevaron a claudicar
Ya habías probado esa fruta que pervierte
Ahora al final debes pagar al no atreverte
A defender lo tuyo con valor y con firmeza
La guerra no cotiza indecisión ni la tibieza
Y tú factura será el precio de corromperte
Los que aun peleamos no podemos acogerte
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