Ricardo Valenzuela
Cada noche después de la batalla veo tu gesto
Ese hermoso rostro que sé arrullará mi sueño
Me invadirá esa euforia soñando soy tu dueño
De tu soledad, sueños, amor, vida y todo esto
Y en mis sueño te juro no abandonar mi puesto
De guardián de tu vida, tu presente y tu destino
Lo que juramos al chocar aquellas copas de vino
De amarnos siempre como yo te lo he propuesto
Para amarnos ya fuera en la miseria o bonanza
De caminar siempre dándonos ese gran aliento
Y nuestro amor y compromiso fuera el cimiento
De una vida y hacer realidad nuestra esperanza
Habrá algunas veces que me veas muy cansado
Es tanto combatir en lejanas tierras extranjeras
Yo siempre he luchado por el sueño que tuvieras
Sano o herido sin importar donde hubiera estado
Cuando el fulgor de batalla amainó amada mía
Solo pensaba en ti y una gran fuerza me invadía
Porque amor como éste aseguro nadie conocería
Esa fuerza que herido me rescataba de mi agonía
Con suelo ensangrentado al terminaba el combate
Solo pensaba tu estarías refugiada sobre mi pecho
A pesar del dolor de mis heridas estaba satisfecho
Y regresar a nuestro nido sin que nadie se percate
Pero antes quise enviarte una paloma mensajera
Y que con ese bello ritmo volara hasta tu ventana
Para decirte, ya no llores que yo regresará mañana
Podrás tener esa vida que jamás alguien conociera
No comments:
Post a Comment