Ricardo Valenzuela
Desde la punta de la sierra contemplara y admirara
Un llano grande y muy verde durante todo el verano
De colores amarillos al llegar el otoño muy temprano
Era el potrero donde yo nací y su aire puro respirara
Ahí me hice hombre cuando mi abuelo me enseñara
El amar esa tierra porque en ella estaban mis raíces
A ser un hombre cumplido sin doble cara ni barnices
Que dando mi palabra contrato jamás se necesitara
Que no intentara dejar huella con lo que acumulara
Y que en la vida hay que ir sembrando para cosechar
No pasar destruyendo lo que luego debemos reparar
Que el hombre es quien es, no lo que él representara
Que el amor y la amistad jamás rentara ni comprara
El amor se encuentra sin buscarlo y sin los requisitos
Las amistades son escasas y los amigos muy poquitos
Y si en mi camino los conociera no los desperdiciara
Que de la vida aprendería más de lo que yo estudiara
Que la misma vida me daría lo que yo hubiera soñado
Pero la vida nunca reditúa a los que solo han esperado
No surte al que solo lo sueña, soñando no lo trabajara
Cuando tratando de amansar algún potro me tumbara
Levantarme, sacudirme las espinas para volver a subir
Clavarle las espuelas y sepa que mi rienda debe seguir
Y las caídas fueran siempre la fuerza que me levantara
Esa libertad que en el rancho tenía nunca la negociara
Porque los hombres libres tienen poderosos enemigos
Y debería siempre combatirlos donde estén escondidos
Si tuviera que combatir solo, la lucha nunca abandonara
Los hijos son semillas que con amor debemos fecundar
Y que sus frutos sean siempre para iluminar este mundo
Y donde haya tinieblas su brillo llegue a lo más profundo
cuando tengan sus alas vuelen alto para nunca naufragar
El que nunca y a nadie hacia abajo deberemos de mirar
Y tampoco aceptar nos obliguen a ver otros hacia arriba
Ni aun cuando ese castillo de falsos cimientos se derriba
Y ver hacia abajo solo para tender una mano y colaborar
A esa gente que lo necesita, la debemos complementar
Pero solamente para darles fuerza y retomen su camino
Nunca debemos vociferar que ellos nos deben su destino
Porque solo les daremos sus alas propias y puedan volar
Y cuando el camino se acorte, nunca deberemos recular
Solamente ver hacia atrás y admirar lo que construimos
Y sentir que dejamos un mundo mejor del que recibimos
Y seguros de haber cumplido nos deberemos congraciar
No comments:
Post a Comment