Ricardo Valenzuela
Fuiste para mí el gran resentimiento
De cielo azul y la noche con estrellas
Mar tranquilo y sus lejanas centellas
La promesa de gran acontecimiento
Fuiste también el gran advenimiento
Mi voluntad y las alas para mi vuelo
Potente combustible y llegar al cielo
Paraíso terrenal en mi asentamiento
Coordenada más firme del cuadrante
Mi faro de luz en noches de tormenta
Corregidora que siempre argumenta
De mis triunfos siempre participante
Pero sin explicación estaba ausente
Nunca supe que la había confundido
Tampoco que podría haber asumido
Y así se opacaba aquel cielo brillante
La triste lección y confusión flamante
La derrota de un amor nunca abatido
El sentimiento ahora malo corrompido
Que me dejara muy herido y sangrante
Levanto mi copa, brindo por esa apatía
De aquellos que su vida es la constante
Conductas oscuras y que son agravante
De lo que en realidad es una hipocresía
Brindo también por esa gran cobardía
Que de sus vidas es siempre constante
Esa fuerza que siempre fue la causante
Y que su residencia siempre esté vacía
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