Ricardo Valenzuela
Ella siempre fue amor de mis amores
Ella siempre fue mía y solamente mía
Hasta que llegara aquel horroroso día
La perdiera y sumirme en mis dolores
El sol perdió su brillo y todos sus colores
El día ya nunca fue bello, no había futuro
Lo negro de la noche se hizo más oscuro
Mi vida ahora era solo de penas, temores
Nada pude lograr con mi amarga queja
Mi mar ahora ya no tenía su navegantes
Su vida se me fue en solo unos instantes
Y me consume este dolor que no se aleja
Y este pesar tan magno es la gran medida
De la horrible magnitud de esta gran pena
Que me consume noche y día, me condena
Y pregunto el que sin ella vale algo la vida
Extraño la belleza, aquel encanto de su risa
Extraño en mi noche la pasión de sus besos
Extraño sus dulces caricias y sus embelesos
Extraño su ritmo al caminar siempre de prisa
Ya no tengo fuerzas y se ha roto mi espada
Ya no tengo aliento para seguir en la batalla
Ya no tengo fuerzas para tirar esta muralla
Ya no tengo los remos y mi nave casi encalla
Ya no tengo día, solo noche negra y nublada
Pero si tengo los recuerdos de aquella gloria
Tengo que invocarla para así sanar mi herida
Tengo que levantarme con la cabeza erguida
Tengo que escribir bello final para la historia
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