Ricardo Valenzuela
Te vi sola como un ave caída de su nido
Ante bella visión mi mundo se detenía
Pedía con fervor la fuerza que no tenía
Y supe lo solicitado ya no había acudido
Sentí una explosión, supe que la adoraría
Sentí mi corazon lo atravesaba una lanza
Plebeyo que jamás tendría una esperanza
Con frustración gritaba, maldecía y lloraría
Frente a ella no tenía audacia ni templanza
Frente a ella yo era vil guerrero desarmado
Acudí aquel gran profeta siempre equivocado
Trovador triste cantando a esa desesperanza
Nunca le hablé pues temía el ser despechado
Nunca me atreví a expresarle eso que siento
Era ese artista ya abandonado por su talento
Un poeta que sus versos ya no habían rimado
No podía moverme, reírme, tampoco respirar
Yo inmóvil rogaba, solicitaba y ahora imploro
Y entre mis angustias yo he perdido mi decoro
Una fuerza superior me obligaba nunca recular
Para consolarme recurrí a ese traicionero vino
No duermo pues siempre veo esos ojos verdes
Me levanto quiero abrazarte, pero tú te pierdes
Y loco me levanta ave nocturna con triste trino
Me conformo pues tú fuiste ese gran sustento
El amarte fue para mi vida el mejor nutriente
Ese secreto que me hizo vivir ya independiente
El dolor de amarte fue parte de mi crecimiento
Amarte en silencio fue muy bello y fascinante
Amarte fue ese secreto que yo siempre soñara
Amar a una mujer especial sin que se enterara
Y te amaré en secreto hasta mi último instante
Pues he sido tan cobarde como el peor farsante
No comments:
Post a Comment