Ricardo Valenzuela
En esta larga jornada he aprendido
La pureza del alma no está a la vista
siempre hay que buscar alguna pista
Y así finalmente emerja lo escondido
En profundo del ser humano afligido
Aprendí el hombre es el propietario
De poderosa fuerza de la naturaleza
Por eso se levanta cuando se tropieza
La fuerza que lo rescata de su calvario
Ha hecho nuestro cuerpo su santuario
Y ese tesoro estará siempre disponible
Mas cerca de lo que habíamos pensado
Dentro de nosotros vigilante y soldado
Y nosotros siempre lo hemos ignorado
Y no podemos tener una vida apacible
Aprendí también el amor es la energía
Que impulsa y coordina este universo
Solo cuando surge algún ser perverso
La contamina provoca pierda sintonía
Y si lo permitimos seguro la destruiría
Y Aprendí la amistad es una bendición
Pero siempre con esa correspondencia
Como las flores necesita gran asistencia
Y nunca se pierda la poderosa conexión
De esa amistad verdadera toda ocasión
Aprendí que la humanidad está urgida
De algo que haga finalmente sea posible
Redimirla de su feroz carcelero invisible
Y ha caminado sin saber ha sido dirigida
Hacia esa selva donde continua sometida
Aprendí la humanidad está programada
Para caminar siempre ciega inconsciente
En la lejanía de ese mar siempre rugiente
Sin mapa, brújula o compas que la oriente
Navegando sin saber el destino la jornada
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