Ricardo Valenzuela
En mi ruta encuentro con regularidad
Falsos ángeles que afirman conocerte
Evítalos porque pueden sorprenderte
Con amenazas que es su especialidad
Son esos sepulcros muy blanqueados
Blanca apariencia y llenos de gusanos
Que devoran esos cadáveres humanos
Tan piadosos que caminan encorvados
Son la gran expresión esas hipocresías
Muy persignados nunca vacilan en usar
Su rosario y todo lo necesario y abusar
Como herramientas para sus correrías
Versados en teología y en sacramentos
Y de seguro siempre comulgan a diario
Después con un fervor rezan un rosario
Para pecar mantienen otros aposentos
Aman el dinero no importa excomunión
En negocios son grandes depredadores
En los negocios son los viles asaltadores
Pero siempre absueltos por la confesión
Mantienen una especial tabla de valores
Con esa operan y sienten no van a pecar
Si tienen dudas luego se van a confesar
Su moral está archivada con alcanfores
Para ellos el único pecado es el fornicar
Los mandamientos son una exageración
Si se siente bien hazlo que habrá perdón
Pues al arrepentirte te habrán de liberar
Presumen ser siempre buenos maridos
Y familias grandes puras muy piadosas
Juran siempre ser fieles a sus esposas
Pero de noche siempre andan perdidos
En negocios son unos crueles carniceros
Jamás respetan reglas ni leyes vigentes
Ellos establecen sus especiales alicientes
Ganar batallas nunca queden prisioneros
Seducen siempre con esa palabra divina
También cortejan con plan determinado
Ofrecen siempre rescatarnos del pecado
Portan un virus de maldad que contamina
Aparecen citando a la santísima trinidad
De inmediato te arropan con sus lecturas
Y al día siguiente te mandan las facturas
Si no pagas te califican soldado de maldad
Siempre son enemigos de esos verdaderos
Hombres santificados por su fe y devoción
Con su ejemplo contagian sin ser su misión
No son esos lobos disfrazados de corderos
Pero los únicos que conocen esos senderos
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