Ricardo Valenzuela
A mis hijas y mis nietas
En mi cielo siempre hay siete estrellas
Y constantemente iluminan mi sendero
Con su luz lo hacen seguro y más ligero
Son muy brillantes y son las más bellas
Si me pierdo ellas muy pronto destellan
Y de inmediato me regresan al camino
Así siempre han rescatado al peregrino
Cuando no obedezco ellas me empellan
Así me ayudan para imprimir mis huellas
Para que la ruta me lleve al buen destino
Para que mi andar sea como rio cristalino
Y si se requiere me protegen en querellas
Han sido mi refugio en estas tempestades
Mi oasis en medio del calcinante desierto
Faro de luz ante la furia de un mar incierto
El gran templo donde moran las verdades
Ellas no han conocido mundo de maldades
Porque han habitado el universo de pureza
En sus corazones guardan su gran riqueza
Y nunca rondan el mundo de las vanidades
Siempre han conocido bien sus prioridades
Y así lograron ese gran brillo trascendental
Siempre se han alejado de este mundo letal
Su brillo es tan hermoso por sus cualidades
Gracias a dios por darme estas santidades
El mundo no debe ser solo de sufrimiento
Yo camino por la vida con este suplemento
De mis estrellas de amor nunca ruindades
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