RICARDO VALENZUELA
Sentí hundirme, el mar ya me devoraba
Se me presentaba esa gran encrucijada
Tirar los remos y aceptar ruta fracasada
O derrotar esa furia que me destrozaba
Fue muy larga y dolorosa esta escalada
De tantos actos que claro pronunciaban
La dirección donde siempre presagiaban
El seguro destino de la vida descarriada
Y mi seducción sería siempre descarada
Pues ese menú ofrecido era tan atractivo
Que jamás pensé podría ser algo adictivo
Ni que mi ruta pudiera estar equivocada
Decidí caminar por esa senda escarchada
De esos hombres que luego se establecen
En el infierno donde sus sentidos fallecen
Pero la escarcha no era la ruta azucarada
Era solo el camino donde ya me aguardaba
El valle de tantas filosas espinas del pecado
Sorprendido pues nadie me había informado
Que en esta vida el pecador siempre pagaba
Pero solo aceptar esa gran deuda provocada
Sería primer paso hacia una nueva comunión
Para convocar fuerzas divinas ante la ocasión
Y aceptarla para dejarla totalmente liquidada
Los años no fueron de una vida desperdiciada
Nunca estuve perdido, solo estuve extraviado
Uno perdió el destino el otro lo ha encontrado
La mitad de mi vida sería solamente mi pasado
En aquellos momentos iniciaba nueva jornada
Los pájaros se fueron y mi cabello tan castaño
De repente me di cuenta ahora lucía color plata
Cabalgo al trote al caballo no le chillo la reata
Mi vida sigue ahora y con el tiempo soy tacaño
Pero decreto mi vida sea permanente feliz año
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