Ricardo Valenzuela
La conocí un frio y triste invierno
Iba sola llorando bajo la tormenta
Con ese cielo gris que incrementa
Entorno que ya lucía como averno
Y surgía muy potente algo interno
Que recorría mi cuerpo a caudales
Y supe no eran las fuerzas casuales
Que me invadían también lo externo
Era un caudal potente y muy tierno
Una fuerza que llegaba anunciando
El olimpo que yo estaba penetrando
Con la etiqueta de gran amor eterno
Mas fuerte que aquel amor fraterno
Mas potente que todos mis deberes
Mas dulce de lo que siempre bebieres
Mas poderoso que ese amor materno
Y me sentí verdaderamente enfermo
Cuando desapareciera entre la nieve
Visión divina pero también muy breve
Y no puedo respirar y tampoco duermo
La he buscado en los palacios y jacales
En los mares de esos cinco continentes
Aun la busco con profetas y con videntes
Del inframundo he cruzado sus portales
Estoy ya al punto de caer en la demencia
Pero yo la seguiré buscando eternamente
Nunca me detendré pues yo soy creyente
Que un amor así tiene siempre su vigencia
No comments:
Post a Comment