Ricardo Valenzuela
Juventud, que ya me has abandonado
Y por más que ruego y te lo he pedido
Que me regreses el tiempo ya perdido
Y tajantemente siempre lo has negado
Y así terco sigo urdiendo en el pasado
Busco una válida razón para suplicarte
Una extensión, te ofrezco compensarte
La razón tan impotente del equivocado
Veo claro lo que yo pude haber logrado
Aquellos años que fueran despreciados
Años de gran confusión y esos pecados
Sigo repitiendo argumento presentado
Allá yo nunca debí haberme preocupado
De aquellas cosas que nunca sucedieron
Por eso miedos feroces me persiguieron
Paralizaron cuando debía haber actuado
Pude dar tiempo y haberme involucrado
En la niñez de mis hijas, mis tres amores
Cuando caminaba entre tantos reflectores
Y ese pendiente me grita tú has fracasado
Pude combatir aquella venenosa tendencia
Transitar por una vida que fuera ya dirigida
La mía embonara con otra, pero ya incluida
Fuera de ese esquema, solo mi indiferencia
Pude tratar lo que me decían era imposible
Que nadie mojara la pólvora de mis sueños
Lo que me haría abandonar otros empeños
Pues me hicieran creer solo en lo es visible
Pude cambiar aquel esquema de mujeres
Y haberlo modificado pues eran falsedades
Pues de niño me las dieran como verdades
Y entender ellas si tienen grandes poderes
Pude cambiar aquel viejo fatal argumento
Que me ayudara a lidiar con las traiciones
De Judas vestidos como piadosos varones
Por tres monedas fingen todo sacramento
Ahora que debo hacer este gran inventario
Siento haber vivido dormido y con ligereza
Gané y perdí fama, amigos, la gran riqueza
Ahora siento que mi vida fue de presidiario
Juventud, por eso ahora quiero proponerte
Dame tiempo que hay mucho que enderezar
Mis heridas han sanado y todo lo voy reparar
Será mi legado ya coqueteando con la muerte
Y esto deberá ser mi legado y mi herencia
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