Sembraste viento y cosechas tempestades
Creíste siempre tener el mundo a tus pies
Pensaste la vida nunca te daría algún revés
Y ahora en la cara te explotan las verdades
Y te ha llegado ese tiempo de las apreturas
Cosecha muy amarga la que tu levantarás
Frutas podridas en ese huerto encontrarás
Y sigues maldiciendo tu suerte y te torturas
Porque es imposible ignorar las realidades
Cuando tú crees que solamente son las tuyas
continuas navegando sin ver las coyunturas
De un mar furioso y nunca asiste necedades
Ya ni siquiera tienes que cambiar posturas
Porque tus faltas son muchas y de gravedad
Porque jamás conociste esa divina humildad
Y es por eso ahora te hunden tantas facturas
Ahora en tu vida ya no tendrás las facultades
Las perdiste por necio y tu eterna terquedad
Ahora la vida no volverá a ofrecerte variedad
Y tampoco te ofrecerá esa divinas libertades
La vida no se puede arreglar con pegaduras
Que algunos tratan para cubrir con falsedad
La mujer que la ha perdido no finge castidad
Tampoco nadie puede fingir con las envolturas
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