La he soñado
hermosa señora mía
La soñé entre muchos trovadores
Cantaban solo poemas de amores
En una noche bella de gran alegría
Usted estaba en un jardín de flores
Donde cruzan esas aguas cristalinas
Escuchaba ese canto de golondrinas
Rodeada de todos los bellos colores
Pero al caminar miré flores muertas
Sentí sería una horrible premonición
La filosa daga atravesaba mi corazón
Ante mí se abrían las negras puertas
Sentí frio, pues ya aparecía esa nieve
De repente me sentí débil tan cansado
Y me detuve, pero continuaba agotado
Usted gritaba, venga que ya no llueve
Agotado, eché mano de mi heroísmo
Pues la noche se tornaba más oscura
Y al caminar me invadía otra negrura
La esperanza huía, llegaba pesimismo
La lluvia con su fuerza ya me golpeaba
Estaba agotado y muy cerca del abismo
Una voz me decía, es solo un espejismo
Perdiendo esperanza, ya nada quedaba
Rogaba, no me abandone mujer divina
Le gritaba sintiendo el alma encendida
No la veía y pensé ya estaba escondida
Fue que sentí cerca esa muerte asesina
Mi sueño se convertía en negra pesadilla
Cada noche sin luna luciría más sombría
El temor de perderla el alma me oprimía
Y de aquel precipicio llegué hasta la orilla
Ya perdido pedía que todo fuera sueño
Alzaba la mirada cielo, rogaba al señor
Ten piedad, no me quites mi gran amor
Entre las nubes yo vi su rostro risueño
De repente llegaba la luz de la mañana
Me di cuenta solo habia estado dormido
Esa pesadilla y dolor yo había permitido
Un bello sol se asomaba tras la montaña
Ya estaba a mi lado, no la había perdido
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