Ricardo Valenzuela
Cuando yo me vaya no quiero los invada la tristeza
Porque me iré rodeado de amor, en paz y satisfecho
La vida me ha dado tanto, tal vez sin tener derecho
Me dio cielo, mar y lo más hermoso de la naturaleza
Me dio el amor de mis hijas, un amor de gran pureza
Hizo realidad esos sueños de mis grandes aventuras
Me dio valor ante las penas de toda clase y estaturas
Armas y combatir en la vida con valor y con certeza
Amigos fieles en la bonanza y también en la pobreza
Con ellos compartí aventuras y recorrimos el mundo
Nadé en el Nilo y en la selva llegué a lo más profundo
Tropecé con gente piadosa y también con la impureza
Conocí gente en chozas y en los palacios de la realeza
En los pueblos de la sierra saboreé tamales con frijoles
En los barrios de Paris y Londres disfruté los caracoles
Fui amigo del vaquero y de aquel que llaman su alteza
En los países conocí a sus tiranos y los miré con fijeza
Ellos saben quién los mira así inspiran la insurrección
Ellos solo oprimen al más débil siempre sin compasión
Pero ante hombres decididos el tirano huye y tropieza
Amansé mulas broncas con espuelas afiladas y destreza
Vi los toros en Madrid y también escuché sus cantantes
Llegué a Macao por mar y tirar dados con los traficantes
En Phoenix hice sombra con Tyson y casi me descabeza
Yo caminé esa libertad y siempre la defendí con fiereza
Porque el que no la tiene es un alma en pena extraviada
Alguien que caminará temeroso a lo largo de su jornada
Yo recorrí ese camino siempre de frente y con entereza
No quiero un mundo desolado como yermo sin maleza
Por esa constitución moral es que nos han esclavizado
Pasarnos al corral morada del que ya ha sido castrado
Quiero un mundo sin tiranos en libertad y su grandeza
Al fin de la jornada sonreiré firme y levantaré la cabeza
Porque nunca con dolo o intención hice algo reprobable
Quiero mi recuerdo sea lucha por la libertad perdurable
No quiero lloridos solo quiero flores radiando su belleza
Porque con este paso que daremos será cuando empieza
La jornada eterna final que tanto hemos siempre esperado
Y llegar sonriendo al destino que dios nos habrá reservado
Si la ruta es muy larga, llevaré buen inventario de cerveza
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